El pasado viernes 9 de mayo tuvimos una clase de educación física, algo distinta de la que tenemos normalmente. Iban a venir unos chicos de entre 19 y 24 años con diferentes Necesidades Educativas Espaciales.
Antes de que llegasen, colocamos algunos juegos (utilizados en San Juan Bosco) por el pabellón. Luego nos pusimos por parejas. Cuando llegaron todos nos quedamos sorprendidos. Tenían un físico muy diferente al de un chico sin ningún tipo de problemas.
Nuestro profesor, Quique, les explicó la actividad y luego cada chico elegía a la pareja con la que quería ir. A nosotras nos eligió una chica que era la más bajita y una de las más jóvenes. Tenía 19 años. Nos presentamos, pero ella nunca se acordaba de nuestros nombres.
Estaba muy contenta de venir a nuestro colegio. Le gustaban todos los juegos a los que íbamos, pero se cansaba enseguida. No jugaba igual de bien que nosotros, pero al menos lo intentaba. Fuimos a todos los juegos excepto a el de la diana gigante, porque siempre estaba ocupado. Por último jugamos al baloncesto con otro grupo. Nos lo pasamos de maravilla.
A mi me parecieron personas encantadoras y muy amables. Nos trataron muy bien y nos lo pasamos genial. Todos hicimos muchos amigos ese día. Hubo a algunos niños que no les gustó mucho la actividad, pero a la mayoría de la clase nos encantó y la quisiéramos repetir más a menudo.
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