Los órganos del cuerpo estaban decidiendo quién iba a ser el rey.
Y dijo el corazón:
- Tengo que ser yo el rey, porque si no reparto sangre os vais a morir todos, y además nunca salgo de aquí.
Y el cerebro le replicó:
- Tengo que ser yo, porque si no funciono os vais a morir todos, y además, yo tampoco salgo de aquí.
Y dijo la mierda:
- Pues yo no tengo ningún motivo para ser el rey, pero vosotros dejadme dos semanas sin salir y veréis...
Cuando la mierda cumplió la quincena dentro, el corazón y el cerebro dijeron:
- Vale, vale, tú eres el rey, pero sal ya que nos morimos.
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